Vivimos en una cultura de consumo que nos impone que debemos ser personas prácticas que deben producir para conseguir las necesidades de consumo que tienen. Esto está generando muchas consecuencias en lo que se refiere a la sexualidad de la pareja.
Esta cultura que nos indica como normal querer aumentar nuestros bienes materiales, o su calidad, nos sumerge en una ardua y extensa jornada laboral, que nos genera cansancio y estrés. Esto obviamente afecta muchas partes de nuestra vida cotidiana, y la sexualidad no queda afuera.
Las consultas de parejas jóvenes están en aumento, sobre todo las que están sanos y con buen poder adquisitivo. Las consultas son debido a su pobre y escasa vida sexual, dado que ambos trabajan y muchas veces se dificulta combinar horarios, sumado a las preocupaciones y el estrés laboral.
Si a todo esto le sumamos las tareas del hogar habituales y la rutina, la vida sexual empieza a decrecer, generando planteamientos individuales sobre si en verdad están enamorados, y diversos miedos que solo generan aumentar la pobreza de la sexualidad.
Para superar esto se debe tener en cuenta, que como todo en la vida, el sexo en la pareja necesita su inversión de tiempo, y saber que con el tiempo su motivación y euforia se ven disminuidos, no por un quebranto en la relación, sino por haber superado la primera etapa de ir descubriendo lo desconocido.
Se recomienda dedicar dos o tres momentos a la semana para enriquecer la vida en pareja, planificar el encuentro, o al menos saber que ese día y hora es para ustedes solos. Agregar condimentos previos, con comentarios, notas escondidas, mensajes de texto, con cualquier recurso que ustedes imaginen, para que incrementar la calidad y el deseo de compartir ese momento.
Analiza cuanto tiempo dispones en tu pareja, y cuanto estas invirtiendo en tu vida sexual, siempre estas a tiempo de mejorar. (in Hipnosis.com).
Esta cultura que nos indica como normal querer aumentar nuestros bienes materiales, o su calidad, nos sumerge en una ardua y extensa jornada laboral, que nos genera cansancio y estrés. Esto obviamente afecta muchas partes de nuestra vida cotidiana, y la sexualidad no queda afuera.
Las consultas de parejas jóvenes están en aumento, sobre todo las que están sanos y con buen poder adquisitivo. Las consultas son debido a su pobre y escasa vida sexual, dado que ambos trabajan y muchas veces se dificulta combinar horarios, sumado a las preocupaciones y el estrés laboral.
Si a todo esto le sumamos las tareas del hogar habituales y la rutina, la vida sexual empieza a decrecer, generando planteamientos individuales sobre si en verdad están enamorados, y diversos miedos que solo generan aumentar la pobreza de la sexualidad.
Para superar esto se debe tener en cuenta, que como todo en la vida, el sexo en la pareja necesita su inversión de tiempo, y saber que con el tiempo su motivación y euforia se ven disminuidos, no por un quebranto en la relación, sino por haber superado la primera etapa de ir descubriendo lo desconocido.
Se recomienda dedicar dos o tres momentos a la semana para enriquecer la vida en pareja, planificar el encuentro, o al menos saber que ese día y hora es para ustedes solos. Agregar condimentos previos, con comentarios, notas escondidas, mensajes de texto, con cualquier recurso que ustedes imaginen, para que incrementar la calidad y el deseo de compartir ese momento.
Analiza cuanto tiempo dispones en tu pareja, y cuanto estas invirtiendo en tu vida sexual, siempre estas a tiempo de mejorar. (in Hipnosis.com).
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